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República Dominicana no tiene riesgo de crisis fiscal; pide que se aproveche la estabilidad actual

Sugiere usar el margen de estabilidad para tomar decisiones estructurales antes de que aumenten las presiones

SANTO DOMINGO.- El ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz, aseguró ayer que República Dominicana no enfrenta riesgo de una crisis fiscal en el corto plazo, un margen de estabilidad que, según expuso, debe aprovechar el país para tomar decisiones antes de que las presiones se acumulen. Planteó que la economía opera desde hace dos décadas con déficit promedio de 3% del PIB y que, aunque este año será ligeramente mayor por el impulso a la inversión pública, sigue siendo un nivel manejable para una economía como esta.

Recordó que ese déficit implica endeudarse cada año y que, si no se aumentan los ingresos, la deuda continuará creciendo, aun con una gestión responsable.

Por eso insistió en que los consensos deben alcanzarse sin esperar escenarios de tensión, a diferencia de lo que ocurrió en reformas del pasado, que surgieron empujadas por crisis. En su participación en la Entrevista Especial de elCaribe y CDN, dijo que esta ventaja fiscal, que es la ausencia de un riesgo inmediato, no debe interpretarse como razón para posponer decisiones estructurales.

En la conversación con el funcionario los temas abordados fueron muchos. Se habló sobre el comportamiento reciente de la tasa de cambio. Explicó que la depreciación observada no ha tenido impacto en el pago de la deuda externa, pese a las inquietudes generadas este año.

Sostuvo que la volatilidad registrada se ha mantenido dentro de un rango que todavía está por debajo del promedio utilizado para la elaboración del presupuesto, lo que implica que los recursos en pesos previstos para cumplir con los compromisos en dólares han sido suficientes.

Aseguró que no tiene preocupación por el manejo del tipo de cambio y recordó que, aunque es un tema bajo responsabilidad del Banco Central, cuenta con autorización del gobernador para referirse a variables macroeconómicas por su formación como macroeconomista.

Indicó que la institución monetaria dispone de alrededor de 14,500 millones de dólares en reservas internacionales, un volumen que, según afirmó, garantiza que no exista riesgo de una crisis cambiaria. Apuntó que el entorno global ha cambiado de manera significativa respecto a años anteriores, cuando las tasas de interés internacionales estaban cerca de cero. Explicó que, durante los últimos dos años y medio, el BCRD ha tenido que llevar una política monetaria con tasas por encima de 5%, y que la llegada de Donald Trump retrasó la baja de tasas en EE.UU. Aunque estas han disminuido en los últimos meses, lo han hecho de manera más lenta de lo esperado desde el año pasado. Aun así, insistió en que la volatilidad cambiaria se mantiene en los parámetros previstos durante la aprobación del presupuesto, sin señales de un escenario de crisis gracias al nivel de reservas. Magín estuvo acompañado por los viceministros Alexis Cruz y Martín Francos.

Consultado sobre la proyección del tipo de cambio para 2026, estimó que contempla una depreciación cercana al 4%. Agregó que el Banco Central ajusta su política durante el año para mantener el comportamiento dentro del rango previsto. Recordó que, históricamente, hasta 2020, la depreciación promedio era 4% anual, y que después de la pandemia de covid-19 ha sido más volátil sin convertirse en un nivel exagerado, excepto en 2020, cuando alcanzó 10% debido al choque económico. Enfatizó que, incluso en ese contexto adverso, se mantuvo la estabilidad cambiaria, lo que, a su juicio, refuerza la idea de que las reservas son la variable clave para evitar una crisis.

En relación con el desempeño económico y la preocupación respecto a si el país ha caído en la llamada “trampa de la renta media”, el ministro dijo que ese diagnóstico requeriría varios años de crecimiento bajo de manera consecutiva.

Explicó que, desde el covid, la economía ha mostrado mayor volatilidad: una caída durante la pandemia, seguida de un crecimiento de 13%, luego 5%, más tarde 2%, después 5%, y este año una expansión estimada entre 2% y 2.5%. Recordó que en 2023 el crecimiento fue menor en parte para contrarrestar el choque inflacionario mundial. Añadió que este año confluyeron dos factores: mayor volatilidad cambiaria que llevó al Banco Central a aplicar una política restrictiva en parte del período, y un entorno externo más complejo, que ha limitado el dinamismo de zonas francas. El turismo crece entre 2% y 3% en llegada de visitantes, mientras la desaceleración internacional incide en la economía local.

Sostuvo que para afirmar que el país cayó en la trampa de la renta media tendría que demostrarse una caída en la tasa de crecimiento potencial, algo que, según él, no tiene evidencia. Afirmó estar optimista respecto a 2026, conforme a las estimaciones de organismos internacionales que proyectan un crecimiento entre 4% y 5%. Añadió que la iniciativa denominada meta 2036 puede contribuir a sostener ese dinamismo, ya que el Gobierno ha establecido mesas sectoriales en las que los privados plantean cuáles son los obstáculos que enfrentan y cómo pueden ser removidos. Consideró que ese proceso está orientado a elevar la productividad del país.

Ante cuestionamientos, entre ellos del expresidente Leonel Fernández, sobre la supuesta parálisis de la inversión pública, el ministro explicó que desde su llegada ha planteado la necesidad de aumentarla. Recordó que meses antes de asumir funciones escribió un artículo en un diario nacional en el que adelantaba su posición de respaldar incluso un mayor endeudamiento si no se aprobaba una reforma para elevar ingresos, con el objetivo de ampliar la inversión pública. Expresó que, desde su designación, la ejecución mensual pasó de 10,000 millones a 20,000 millones de pesos, y duplicó el ritmo. Apuntó que el presupuesto original contemplaba inversión equivalente al 2.2% del PIB y que, tras la modificación, aumentaría a entre 2.6% y 2.7%.

Comparó esa cifra con el 4% del PIB registrado cuando Leonel Fernández era presidente, pero destacó que en la actualidad existe una restricción presupuestaria mayor. Aun así, sostuvo que, con esfuerzo, se podría cerrar el período de gobierno entre 3% y 3.5% del PIB, niveles más cercanos a lo que considera razonable para un país que por décadas ha crecido alrededor de 5%.

Sobre si cuenta con respaldo para impulsar esos objetivos, dijo que el presidente autorizó la modificación presupuestaria que subió la inversión pública y que hay un gabinete de construcción que sigue el tema. Subrayó que también deben cuidar la restricción fiscal para evitar un aumento excesivo del déficit, pero que han reacomodado gastos para sostener un nivel mayor de inversión.

La cuestión de la indexación

La entrevista con Magín Díaz fue aprovechada para preguntarle sobre un tema que ha encendido el debate las últimas semanas: el de la indexación. Dijo que la no indexación de los umbrales del Impuesto Sobre la Renta (ISR) comenzó en 2017, cuando él era director general de Impuestos Internos. Explicó que en ese momento menos del 10% de los asalariados pagaban ese tributo, mientras que en el promedio de países comparables con República Dominicana la proporción es cercana a 40%. Recordó que la medida fue criticada pero continuada en el nuevo gobierno (el actual del Partido Revolucionario Moderno –PRM-), porque amplió la base contributiva y llevó a que alrededor de 20% de los asalariados paguen algo, generalmente la tasa mínima debido a los bajos salarios.

Consideró que llegó el momento de discutir la indexación, pero no como medida aislada, porque aplicarla de golpe implicaría pérdidas superiores a 20 mil millones de pesos, y hasta 25 mil millones, lo que aumentaría el déficit y obligaría a endeudarse. Señaló que, aunque la no indexación afecta a los trabajadores, hay múltiples medidas que han beneficiado a los consumidores, como aumentos consecutivos del salario mínimo y subsidios a la tarifa eléctrica, la basura y el agua, además de que no se ha actualizado el valor del IPI (Impuesto al Patrimonio Inmobiliario) para evitar mayores cargas sobre los propietarios.

La inversión pública para el próximo año

El ministro Magín Díaz consideró que el debate sobre la indexación debe incluir todas las medidas, no solo la que tiene impacto sobre el Gobierno, y reiteró su disposición a negociar una indexación gradual que no comprometa las finanzas públicas.

Al responder preguntas sobre la proyección presupuestaria de la inversión pública para el próximo año, explicó que el plan de mediano plazo fijaba un 2.2% del PIB, pero que ya se presupuestó 2.5% para 2026. Aseguró que si el Estado obtiene ingresos adicionales, su recomendación al presidente es dirigirlos a la inversión. Reiteró que la ejecución se ha duplicado desde que asumió el cargo y que los principales ministerios y otras entidades vinculados a obras, como el Ministerio de Obras Públicas, el de la Vivienda, así como el Instituto de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) están ejecutando bien, junto con otros funcionarios que destacó por su eficiencia.

MARTIN POLANCO / EL CARIBE

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